Slow travel: tendencia turística en auge
Los seguidores de esta variante optan por explorar a fondo una ciudad, un pueblo o una región, dedicando días a descubrir sus matices, costumbres y gastronomía.

A diferencia del turismo tradicional, que suele caracterizarse por itinerarios apretados y desplazamientos constantes, el slow travel o slow tourism propone una inmersión pausada en el entorno elegido. Se trata de explorar a fondo una ciudad, un pueblo o una región, dedicando días o incluso semanas a descubrir sus matices, costumbres y gastronomía.
Así lo explica el académico e investigador cubano José Luís Perelló, quien resalta el auge de esta tendencia, que comienza a transformar la forma de concebir y experimentar los destinos turísticos.
Perelló lo ejemplifica con Baracoa, una curiosa ciudad del oriente insular, que llama la atención por sus tradiciones y el predominio de viajes de naturaleza, aventuras y ruralidades. Este destino se presenta como un refugio de tranquilidad, cultura y tradición, donde la originalidad y el ritmo pausado son parte esencial de la experiencia.
Al permanecer más tiempo, los turistas tienden a consumir productos y servicios locales, lo que se traduce en un beneficio económico directo para pequeños comercios, mercados y emprendimientos familiares.
Además, señala Perelló, la interacción prolongada favorece el intercambio cultural genuino, permitiendo que los visitantes comprendan mejor las tradiciones y valores del lugar.