Durante las últimas horas, el huracán Melissa ha continuado ganando en intensidad y experimentó un proceso de rápida intensificación, alcanzando vientos máximos sostenidos de 220 kilómetros por hora, con rachas superiores, y su presión central descendió hasta 944 hectoPascal, por lo que se convirtió en un huracán categoría cuatro en la escala Saffir-Simpson.

El Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología informó que a las seis de la mañana de este domingo, la región central del huracán fue estimada en los 16.3 grados de latitud Norte y los 76.4 grados de longitud Oeste, posición que lo sitúa a unos 180 kilómetros al sur-sudeste de Kingston, Jamaica y a 415 kilómetros al sur de la ciudad de Santiago de Cuba.

Melissa se mueve con un rumbo próximo al oeste y posee una velocidad de traslación de siete kilómetros por hora. En las próximas horas estará desplazándose lentamente en las cercanías de Jamaica.

Se prevé que este poderoso huracán continúe su lento movimiento hacia el oeste y luego gire gradualmente al norte y nordeste en los próximos días para transitar muy cerca o sobre Jamaica, aproximándose el martes al territorio nacional por los mares al sur de la región oriental de Cuba.

El Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología alerta que las bandas externas de este huracán de gran intensidad incrementarán gradualmente los nublados y las precipitaciones en el oriente del país. A partir de hoy se iniciarán fuertes marejadas en los mares al sur de las provincias de Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo.

La Defensa Civil cubana estableció la fase de Alerta desde las 15:00 horas de este sábado para Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Las Tunas y Camagüey, y la fase Informativa para Ciego de Ávila y Sancti Spíritus.

La población debe mantenerse informada a través de los medios de comunicación nacional, los perfiles oficiales de las redes sociales y cumplir disciplinadamente con las indicaciones de las autoridades locales, entre ellas el traslado hacia zonas de evacuación, asegurar viviendas, proteger documentos y bienes, almacenar agua potable y alimentos no perecederos, y mantener la calma ante la evolución del evento meteorológico.