Cuba reitera ante la ONU su compromiso con la paz
El canciller cubano denunció este sábado, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el genocidio perpetrado por Israel contra la población palestina y la amenaza de guerra en el Caribe por el despliegue naval de Estados Unidos

Al intervenir este sábado en el debate general del 80 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció el genocidio de Israel contra la población palestina en la Franja de Gaza.
Resaltó que 2,2 millones de seres humanos están condenados al hambre por las acciones de genocidio, exterminio y limpieza étnica del régimen sionista, que cuenta con los suministros militares y financieros, y la impunidad que le garantiza el gobierno de los Estados Unidos.
“Si el Consejo de Seguridad se muestra impotente por motivo del veto que Estados Unidos ejerce o amenaza con ejercer, y no es capaz de adoptar medidas efectivas para cesar la barbarie, la Asamblea General tiene el deber y la capacidad de impulsar medidas concretas, sin demora”, afirmó Rodríguez Parrilla.
En ese sentido, el canciller cubano también se refirió al reciente despliegue naval y aéreo estadounidense en el Mar Caribe, que incluye ejercicios con misiles balísticos, bajo el pretexto de combatir al crimen y el tráfico de narcóticos provenientes de Venezuela, leyenda en la que nadie cree.
Cuba ha reiterado en foros internacionales su rechazo a lo que considera una política de coerción y un bloqueo financiero por parte de Washington, aseveró Rodríguez Parrilla, y reafirmó el respaldo de Cuba al Gobierno y pueblo venezolanos.
En su intervención, el canciller cubano también advirtió sobre la acelerada carrera armamentista, que implica el uso de extraordinarios recursos financieros y materiales, que podrían destinarse a la mitigación de la pobreza, el desarrollo y la cooperación.
Señaló que las metas de la Agenda 2030 no podrán cumplirse y que se ignoran los compromisos de ayuda oficial al desarrollo y el financiamiento para el enfrentamiento del cambio climático.
Además de los retos que Cuba enfrenta, derivados de su condición de pequeño Estado insular en desarrollo, aseveró Rodríguez Parrilla, nuestro país sufre el impacto devastador y acumulado de la política de hostilidad y asfixia económica impuesta por los Estados Unidos desde hace más de 6 décadas.
El bloqueo contra Cuba persiste y se endurece en extremo, enfatizó. Se trata de una verdadera guerra económica abarcadora y prolongada, dirigida a privar a los cubanos de sus medios de vida y sostenibilidad, de su existencia como pueblo solidario, culto y alegre.
Recalcó que Cuba es una nación de paz. A pesar de todo el daño que nos ha provocado y provoca Estados Unidos, siempre hemos estado dispuestos a dialogar sin condicionamientos, y a intentar avanzar hacia una relación respetuosa y civilizada con ese país, sin subordinación ni límites a nuestras prerrogativas soberanas. Ambos pueblos se beneficiarían de esa oportunidad.
El canciller cubano resaltó que la prioridad más urgente es crear un nuevo orden internacional que garantice la paz, el derecho al desarrollo, la igualdad soberana, la participación y representación de los países en desarrollo en las decisiones de política a nivel global.