El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció este miércoles la existencia de una campaña promovida por el gobierno de Estados Unidos para desacreditar el informe anual sobre el impacto del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la Isla.

Durante su conferencia de prensa transmitida en vivo por medios de comunicación nacionales, el canciller afirmó que Washington distribuyó un documento en varias capitales del mundo con el propósito de intimidar y obstaculizar el voto mayoritario que cada año respalda a Cuba en la Asamblea General de las Naciones Unidas, cuando se debate la resolución que exige el fin del bloqueo.

Rodríguez Parrilla detalló que esta acción forma parte de un intento de desviar la atención internacional de las afectaciones que sufre el pueblo cubano, y denunció que la política de sanciones constituye un crimen económico que genera carencias, dificultades y sufrimiento cotidiano en la población.

El canciller cubano denunció que entre los objetivos específicos de la campaña están evitar que la comunidad internacional se concentre en los daños humanitarios del bloqueo, desviar la atención sobre las violaciones y los efectos sociales provocados por las sanciones y cultar la persecución contra el suministro de combustible a Cuba, causa directa —dijo— de los apagones que afectan al país.

Más adelante explicó que el gobierno estadounidense intenta ejercer presión sobre compañías navieras y gobiernos extranjeros para que suspendan relaciones comerciales con la Isla e impedir que los países voten a favor de la resolución cubana en Naciones Unidas, e incluso acusar a Cuba de representar una amenaza para Estados Unidos.

Rodríguez subrayó que esta ofensiva diplomática busca silenciar la voz del pueblo cubano y manipular la opinión internacional, pero aseguró que Cuba continuará denunciando las consecuencias del bloqueo y defendiendo su derecho a la soberanía y la autodeterminación.